BUENOS AIRES.- Agustín se dio el gusto: pudo ver a Cristina "en la vida real", como quería. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo recibió ayer al mediodía, en la Casa Rosada, junto con otros chicos: su hermano Nicolás, de 9 años; Mara Herrero, de 6 años y su hermana, Camila, de 9, nieta de desaparecidos.
El video en el que se ve a Agustín, de cuatro años, que llora y dice: "Quiero ver a Cristina en la vida real", se convirtió en furor en las redes sociales (su padre lo filmó y compartió en YouTube), llegó a oídos de la Presidenta, que lo convocó a visitarla.
Mara, una niña de Córdoba que se contactó con Carlos Zannini en la cena realizada recientemente por la agrupación HIJOS, le mandó dibujos y un sobre con billetes y monedas porque la había escuchado decir en un discurso que estaba juntando dinero para poder comprar computadoras para los chicos.
"Y cuando veo el dibujo, son tres militares presos. Es lo que ella dibuja porque tiene su abuelita desaparecida. Y yo le propuse ser su abuelita", relató. En la entrevista estuvieron también los padres de Mara, Juan Herrero y Ana Clérici; y de Agustín, Sergio y Verónica Haraut.
Sobre Agustín, la propia mandataria contó, por Twitter, cómo se enteró del deseo que tenía el pequeño. "El domingo por la tarde alguien me dice: 'Dra. ¿vió el video del nene que la quiere ver?' ¿De qué me hablás? Miro la pantalla de la compu y aparece Agustín. Campera azul. Super abrigado. Chiquito. Terco. Adorable. Va de la mano de su papá y dice algo que me mata: 'Yo quiero ver a Cristina en la vida real', relató.
Cristina contextualizó el relato, aclarando que el niño y su padre estaban yendo a la Plaza de Mayo para los festejos del 25 de Mayo cuando realizaron la filmación. "Hay mucha gente, no la vas a poder ver. Mejor vamos a casa y la vemos por la tele", dice el hombre. A lo que Agustín responde enojado: "qué me importa, yo la quiero ver igual. No la quiero ver en la tele, la quiero ver en la vida real".
La jefa de Estado aprovechó el comentario del nene para enviarle un mensaje a los opositores. "Agustín, que no debe llegar a los cuatro años, distingue perfectamente, entre la vida real y la tele. Qué notable ¿No? Hay algunos que no se dan cuenta de la diferencia durante toda su vida. Una lástima, no saben lo que se pierden", expresó.
Este mediodía, publicó en Facebook, las fotos del encuentro. "Por Agustín, que por suerte no confunde la vida real con la televisión. Y por Mara, que nunca conoció a sus abuelos, pero quiere ayudar a comprar netbooks. Ellos dos solos bien valen toda la década", escribió. LA GACETA